Extrañamente comérmela así, me hace sentir bien, en taza y recién hecha. Estos días han sido, buenos, malos, raros, tristes, felices, nostálgicos y un tanto cansados y justo cuando mi corazón anda necesitando un apapacho me hago una sopa y me la tomo en taza, justo como lo hacia mi Gorda.
Hoy estoy disfrutándola sola y en silencio, así puedo tomármela despacito y sin distracciones, mas que mis propias preguntas sin respuestas, mis extrañamientos, mis dolores de cabeza y mis recuerdos.
Una buena sopita siempre será como darle un abrazo a mi corazón y a mi espíritu, creo es un poco como regresar a casa, no lo sé bien, pero me gusta mucho comer sopa, es como pensar que todo va a estar bien cuando me termine mi ultima cucharada...