Llegaron mis 32 y con tantos cambios y compromisos olvidé que “Mi día” estaba por llegar.
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Me gusta mi cumpleaños, disfruto la oportunidad de seguir estando, de poder seguir andando, con todo lo que esto implique, la cosa es seguir echándole cosas a la maleta, aunque esto también signifique sumar achaques y manías.
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Estoy descubriendo mis primeras arrugas bajo los ojos para las que todavía no decido si ya es necesario comprarme la crema anti-arrugas de Lucerito o de plano comenzar a ahorrar para la cirugía o de perdida para el botox.
Las canas llegaron hace varios años y hemos aprendido a convivir en armonía, ya les perdí la fobia y les encontré el gusto.
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Bajar de peso, es otro tema. Con el paso de la edad y después de los 29 va resultando cada día más difícil bajar esos kilos que se han ido acumulando, y lo que antes me tardaba en bajar una semana ahora le toma a mi metabolismo un mes en ponerle “on” al sistema quema-grasa y para ese tiempo yo ya veo a todos con cara de pollo rostizado.
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En conclusión, voy entrando en la "bonita" edad de los Nuncas… nunca me había dado una cruda, nunca me pegaban las desveladas, nunca había padecido cansancio crónico, nunca me iba a dormir temprano, nunca había necesitado vitaminas para completar la semana….y por supuesto nunca-nunca había preferido un viernes desparramada como vaca en mi casa en vez de estar en el festejo… creo que estoy haciéndome mayor !!!
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Así pues, no hubo las celebraciones de pueblo acostumbradas para mi cumple, pero mi gente no me olvidó, me llenaron de abrazos, llamadas, mensajitos y buenos deseos que me recordaron lo afortunada que soy por tenerlos, me hicieron sentir muy muy querida, lo que agradezco infinito. Espero poder compartir muchos años más con mi gente.
También hay nuevas personas que me regalaron un día muy lindo, me hicieron sentir bienvenida y por supuesto rompí la dieta con un pastel hermoso de chocolate que pude compartir con los que serán mis nuevos compañeros y amigos de jornada.
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Este cumple también fue diferente porque no me despertaron los cándidos berridos de mis papás y hermano, cantándome a primera hora “las mañanitas”; la verdad es que los extrañé durísimo, pero sé que siempre están juntito a mí.
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Gustosa recibí la felicitación del Sr. W. que hace mis días especiales, y esta vez no fue la excepción, afortunadamente no me cantó a tan tempranas horas, aunque debo confesar se lo pedí, y guardó su mañanera y aguardientosa voz para otra ocasión, de regalo, gané una cenita y una comilona Dominguera Familiar, que era justo lo que quería, tener reunida a toda mi familia en nuestra casa.
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Me siento muy bien y la pasé de lo mejor, no hay más que pedir. Creo que haciendo el balance final de este año, salgo debiendo. Muchos sueños alcancé en 12 meses, mucha gente llego, muchas cosas me sorprendieron y me he reído cual hiena.
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A mi Sr. W., a mis papás, a mis hermanos, a mis amigos, Gracias siempre.
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Definitivamente mi vida cada día me va gustando más ¡!¡!¡!¡!¡!
