Tantas ganas tenían de conocerte y hoy ya estás aquí compartiendo los días con nosotros.
No puedes imaginar lo feliz que soy y lo enamorada que estoy de ti, es casi irreal como una personita de tan solo 51 cm puede hacerme sentir tantas mariposas en el estomago con el solo hecho de existir, no puedo ponerle palabras a lo que siento, es simplemente mágico e incondicional lo mucho que te amo.
Cuando llegaste a este mundo, lo primero que conocí de ti fue tu voz, solo escuchar tu primer llanto hizo que se me encogieran las tripas y se me erizara cada bello de mi cuerpo, dejamos de estar en un quirófano, todos desaparecieron y fuimos solo tú y yo separándonos de un solo cuerpo pero uniéndonos más que nunca y para siempre por un lazo invisible e inquebrantable…no pude hacer nada, más que llorar a la par tuya y sentir unas ganas desesperadas de abrazarte y de no soltarte nunca, como cuando te duermes en mis brazos y voy sintiendo que te vas acomodando juntito a mí, haciéndote ligerita y dejando que me convierta en la guardián de cada uno de tus sueños.
Sabes, puedo pasar horas mirándote, el solo verte respirar me hace soñar millones de cosas lindas que espero que podamos compartir y voy imaginando e inventando todos los cuentos que quiero contarte y los mundos que quiero inventemos juntas.
Tu olor es simplemente adictivo y sentir tus manitas agarrándose fuerte de mis dedos hace que cada desvelada valga la pena.
Regina mi amor, has venido a revolucionar mi vida, que si bien es cierto ya era increíble, contigo a mi lado es extraordinaria, ha sido tan increíble como por instinto dejé de pensar un una para pensar en dos, si tú crees que me necesitas ahora por estar tan pequeña pues créeme que yo te necesito mas para respirar, para vivir y para ser felíz.